El Cesto de los Tesoros permite a los niños
conocer nuevas sensaciones, experimentar libremente con los objetos de la vida
cotidiana, desarrollar su autonomía, estructurar su pensamiento y lo que es más
importante, les hace disfrutar de sus propias acciones.
Con esta actividad se pretende desarrollar las
capacidades de cada niño, aprovechando las adquisiciones propias de la edad.
El bebé, cuando es capaz de coordinar ojos,
manos y boca, lleva los objetos a su boca chupándolos, manipulándolos y
golpeándolos. De esta manera aprende su naturaleza: textura, tamaño, color,
olor, peso…
El bebé coge los objetos con interés y su
placer y satisfacción son evidentes cuando se concentra durante mucho tiempo en
explorar un material.
Para las educadoras, es un instrumento de
observación directa de los niños y niñas, lo que nos permite conocerles y
comprender el progreso individual de cada uno del grupo.
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